BIBLIA Y ADIVINACIÓN

Comparto con ustedes una reflexión que escribí hace ya algún tiempo, ya que nunca está de más que nos edifiquemos mutuamente.

Recuerdo que cuando era más joven yo leía diariamente el horóscopo. Quien en ese entonces era mi novio (quien por cierto, era un muchacho de Iglesia), fue quien me motivó a leerlo y diariamente buscaba la sección "La Vida" del Listín Diario para ver qué decía mi "signo".

Fue tiempo después, cuando yo empecé a asistir a la Iglesia, que un día escuché una prédica en la cual tocaron ese punto y empecé a profundizar al respecto.

Estamos sumergidos en una sociedad donde se juega mucho con lo “oculto”; lo podemos ver en todo: en esos programas de televisión donde hay tantos supuestos astrólogos y personas adivinando el futuro; en tantas series con temas de ocultismo, en la música… Cuando nos exponemos a esas cosas, sin darnos cuenta lo que hacemos es que vamos abriendo puertas que poco a poco nos van alejando de Dios.

Me pareció interesante compartir un poco sobre este tema y algunas citas para saber qué nos dice la Biblia al respecto.

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Horóscopo, adivinación… ¿Por qué es pecado?

Hay cosas que parecen sencillas o inofensivas. De hecho, muchos nos hacen creer que es así: que no tiene nada de malo; que "no creo en eso, pero lo leo"; que es simple curiosidad... pero hay cosas que contradicen la fe cristiana y que Dios prohíbe, porque sabe que nos hacen daño (ya que le abrimos puertas al enemigo) y porque le quitan la gloria a Dios, que es el único a quien debemos darle control sobre nuestras vidas, y en quien debemos poner nuestra fe.

¿Dice algo la Biblia al respecto?

Sí. Es uno de los temas de los cuales Dios habla concretamente en la Palabra.

Copio algunas citas:

Deuteronomio 18, 10-14: «No ha de haber dentro de ti nadie que... practique la adivinación, la astrología, la hechicería o la magia... Porque el que hace estas cosas ese una abominación para Yahvé tu Dios.»

Isaías 47, 13-15: «¿Te podrán servir de algo? ¿Acaso harás temblar? ¡Que se pongan de pie y te salven! Sí: los astrólogos y observadores de estrellas, los que te pronostican cada luna lo que te va a sobrevenir. Mira, ellos serán como paja que le fuego quemará. No librarán sus vidas del poder de las llamas. No serán brasas para el pan ni llama ante la cual sentarse. Eso serán para ti tus hechiceros, por los que te has fatigado desde tu juventud. Cada uno errará por su camino y no habrá quien te salve.»

También en el Nuevo Testamento vemos que los apóstoles confrontan a los adivinos.

Como vemos, la Biblia habla claramente en contra de la adivinación y de la astrología, de aquellos que "pronostican cada luna lo que va a sobrevenir", y lo equipara al pecado de hechicería.

Aunque parezca algo inofensivo, y aunque lo hagamos sin intención de ofender a Dios, Satanás (que no es para nada inofensivo) sabe muy bien que estas prácticas forman parte de su reinado, y es como si le diéramos un poco de derecho sobre nuestras vidas, le abrimos una puerta, y él la usa para perturbar y confundir...

La evocación de muertos, el uso de oráculos, la consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia (lectura de manos), la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a "mediums", las cartas de tarot, la ouija (juego de la copa), el "libro rojo", la santería, la brujería, el espiritismo, la nueva era y otras prácticas similares, no son del agrado de Dios y por ende engendran muerte.

Sugiero estos links de una página católica muy buena llamada corazones.org, donde hay unos artículos sobre lo que dice la Iglesia al respecto:

http://www.corazones.org/apologetica/practicas/horoscopos.htm

http://www.corazones.org/apologetica/practicas/adivinacion.htm

¡Vamos a confiar en Dios, que es el único Supremo! ¿Por qué dejarnos predisponer por algo que ha dicho un simple mortal, que no conoce nuestra vida ni nuestro corazón?

El día en el cual mi primer novio (del cual hablé arriba) y yo terminamos la relación, recuerdo que el horóscopo decía para el "signo" del cual supuestamente ambos éramos: "Hoy tendrás problemas en tu vida sentimental". Yo inmediatamente me preocupé y empecé a comportarme extraña con él; él, que seguro lo había leído, pues lo hacía todos los días, también empezó a comportarse raro conmigo... y ¡terminamos la relación! Entonces... ¿vamos a creer por eso que el "horóscopo lo predijo"? ¿No será más bien que ambos fuimos un "títere del horóscopo"?

Dejémonos pues, guiar por el Espíritu Santo. Dediquemos tiempo a nuestra oración personal, pues Dios es el único que puede revelarnos los planes verdaderos que tiene para nuestras vidas.

No nos dejemos impresionar por falsos signos. Recordemos que la Biblia dice que vendrán falsos profetas que harán grandes signos y muchos se confundirán. Si algo no viene de Dios ¿para qué buscarlo?

Que como dice una canción de un ministerio de música católico llamado Alfareros: cuando nos pregunten de qué signo zodiacal somos, podamos decir con orgullo: ¡YO SOY SIGNO DE QUE CRISTO ESTÁ VIVO!

¡Bendiciones!